lunes, 23 de febrero de 2009

"El dia que te fuiste" (FINAL)


Sofía salió de mi casa antes que llegara mi madre, se tomo el tiempo para tomarse una ducha, y comer algo conmigo. Me quede solo mirando la televisión, miraba a los Simpson, pensando que si seguía de vago terminaría como Homero.
-Miren tengo un premio –dice Homero
-Ganaste un premio? –Pregunta Lisa
-No, lo robe
Me rio estúpidamente, al dar los comerciales salgo por la ventana de mi cuarto. Estoy demasiado aburrido para seguir viendo Los Simpson. Iré a buscar a Gabriel.
Camino las 2 cuadras que nos separan. No me apuro, no tengo prisa, se que Gabriel estará ahí.
Veo la fachada de hostal, las paredes pintarrajeadas por los pandilleros, los vidrios opacos. Como un chico de La Molina, como Gabriel pudo llegar hasta aquí. Me surgían muchas preguntas en la cabeza ¿Cómo había descubierto su padre que Gabriel era gay? ¿Lo había encontrado besando a un hombre? ¿Quién era, y que hacia aquí Gabriel? Era un buen día para poder conversar con él.
Al entrar vi a la recepcionista, nunca me había fijado realmente como era ella, delgada de pómulos salientes, y algo sufrida.
-Se encuentra Gabriel –le pregunte
-El chico no esta.
-Bueno lo espero.
-Creo que no me ah comprendido. Ya se fue, cancelo todo y se llevo sus cosas.
Fue como si un rayo partiera mi cabeza en dos. ¿Gabriel? ¿Irse? ¿No volverá? Que ah pasado – la recepcionista me mira algo preocupada, pero no interviene-, porque Gabriel se ah ido ¿Qué había pasado?
Salgo desconcertado del hostal, camino y no salgo aun del shock. Llego a mi casa para meterme directamente al cuarto, pienso en blanco “Algo debió de haber pasado y solo una persona de este barrio puede saber eso, y ese es Diego” Salgo de mi cuarto para irme a la casa de Diego, no sin antes coger una casaca y salir. Siento en la calle como la lluvia cae. La casa de Diego no esta muy lejos, corro y toco presurosamente la puerta. Su madre sale.
-Señora, buenas, se encuentra Diego? –creo que a notado mi apuro.
-No Aldo, ya debe llegar. Pasa y espéralo
-Gracias.
El frío era tremendo, así que pase. La espera no fue mucha, no pasaron 2 minutos y Diego llego.
-Causa, necesito ubicar a Diego
-No me toques mierda.
-¿Qué pasa Diego?
-Lárgate maricon de mierda. Como Gabriel no cayó en tus mariconadas me vienes a joder a mi. Lárgate
-Que te pasa huevon
Diego me metió un puñete, y de mis labios manaba sangre
-Lárgate maricon
Me fui, pensando en lo había pasado. Si Gabriel había pasado por su casa, pero que le había dicho. Si Gabriel había pasado por su casa a despedirse porque no por la mía. Tenía miles de preguntas rondándome la cabeza. En mi cuarto pensé nuevamente en lo que pudo haber pasado. Llegue a mi casa para echarme nuevamente en mi cama, tenia que pensar que había pasado.
Ya han pasado varias semanas desde que Gabriel se fue, Diego no me habla, al parecer ha corrido el rumor por el barrio de que soy gay, de que me coste con Gabriel, y toso eso. Para lo que me importa, nunca me había hablado con Diego, así que no me importaba. Sofía estaba rara conmigo, nunca conversamos sobre Gabriel, pero ya no me dejaba que le haga el amor. Hasta…
Sofía me había llamado para que valla su casa, me iba absolver del castigo de no poder entrar en ella. Me costo trabajo poder entrar en ella, disfrutamos mucho hacerlo, pues ella sabia que yo adicto a su cuerpo, a sus olores, a su cabello. Me encantaba escuchar sus latidos. Había olvidado a Gabriel, ya no significaba nada para mi, pero eso si, no quería volver a verlo.
-Te amo, pero tengo que decirte algo –me dijo ella ya consumado el acto.
- ¿Qué cosa?
-Yo le dije a Gabriel que te habías acostado conmigo el mismo día que se fue
-Que!
-Aldo, perdóname. Yo sabía que Gabriel era gay, pero no sabia que se había enamorado de ti. Quería que te alejes de él.
Como una mecha ira se encendió, y corrió lentamente hacia mi cerebro aquella carga explosiva
- Eres una mierda, te detesto, te aborrezco.
La agarre de los muslos y la forcé a entregarme su sexo, la viole, sus ruegos fueron inútiles, sus suplicas y toda sus estupideces. La dejé sola y llorando. No me importo nada, Sofía era eso, una mujer egoísta, capaz de tener un hombre a su lado a costa de engaños. Pero, y, Gabriel, ahora que pasaría, donde estaría. Lo extraño. ¿Soy gay? Talvez solo este mejor.
Salí de su casa y deje a Sofía llorando. La había golpeado. Camine unas cuadras y me compre un cigarrillo –en realidad quería marihuana-, y camine una cuadras pensando en que estoy solo, sin Sofía, sin Gabriel. Siento que los amo a los dos, pero en realidad ninguno vale la pena. Termino el cigarrillo, y al botar el filtro lo pis, y tomo el carro con el cual regresare a mi casa. Talvez me suicide

lunes, 16 de febrero de 2009

"El dia que te fuiste..." (PARTE 3 DE 4)


Al día siguiente vi Gabriel, estaba en la puerta de mi casa, era sábado y teníamos una fiesta, ya habían pasado vario días desde que lo conocía, y Gabriel seguía siendo ese hermano que no tenía.
-Ya causita, estoy llevando hierba y coca para toda la noche.
-Yo no le entro a la coca, con los tronchos me tranquilizo, así que la hierva para mi.
Fuimos a un hueco por la Plaza San Martin. Estaba lleno de personas sedientas de música, personas aglomeradas, tan juntas que podrían fusionarse entre si, eran prácticamente una masa humana, sin forma. La música era muy extrañan, se pitidos y chillidos armonizados.
-Es música electrónica –me increpo Gabriel.
Gabriel bailaba – a decir verdad algo gay- frente a mí. Desde que lo conocí nunca lo había visto bailar, ni siquiera en la fiesta de Diego, la gente lo saludaba y se acercaba a darle la mano, estaba al lado de un chico popular.
Cuando lo vi bien Gabriel se había metido todo tipo de sustancias en su cuerpo, al contrario yo estaba ebrio, con una jarra de Cuba Libre bien helada.
Salí del hueco y Gabriel me siguió.
-Quédate si quieres, lo que es conmigo ahí adentro me sofoco.
-No causa, como crees. Yo te traje, yo te llevo.
-Y si te digo que me quiero ir?
-Nos vamos.
Cogimos un taxi en La plaza San Martin, en el camino Gabriel saco su mp3 y nos pusimos a escuchar música. Tenia: U2, Rod Stewart, Rolling Stones, etc. En el camino veía por los vidrio del taxi station wagon, las luces correr frenéticamente, alocadas, solo distinguía apenas los destellos ¿Se me había subido el trago? No. No podía ser había tomado muy poco, y tu lo sabes Gabriel, tu me cuidaste, y trataste de que no tomara mucho, sabias que cuando tomaba me acordaba de mis ex y me ponía a llorar. Cuando llegamos las luces del hostal estaban apagadas. Había un apagón. La señora recepcionista nos hizo subir –creo que sintió que estábamos algo “tocados”-. Gabriel prendió unas velas, y conversamos hasta que llego la luz, así que rápidamente prendió el equipo, ahora si, Jazz. Abrió su billetera y saco algo de coca que le quedaba, y e4s que Gabriel era muy bravo para estas cosas. Me ofreció.
-Quieres? –me dijo señalando una línea de coca que quedaba.
-Y si me vuelvo adicto?
-Jamás te dejare que caigas en esa mierda.
-Esta bien.
Con la cara mojada aun acerque mi nariz, y aspire lentamente el polvo blanco, y lo sentí subir por ni nariz, como si quisiera perforarla y subir hasta mi cerebro como una bala. Al levantarme me vi en el espejo, y vi mi nariz impregnada de coca a causa de que estaba mojada. Gabriel soltó una risa, se acerco a sacarme le polvillo, y me toco el rostro, para luego besarme. Sus labios eran fríos y tenía un mal aliento producto de la coca quizá, sentí su rala barba raspándome, lo aleje al segundo, y como si hubiera pasado nada le dije:
-Tranquilo Gabriel, tu sabes que amo a Sofía.
-Deja a esa perra, yo te amo, tú me gustas.
-No Gabriel, no confundas las cosas, no
Cogí la silla y me la lleve al balcón, me senté, y me dormí, mirando las estrellas, aquellas de las poco que se ven en este cielo contaminado. Cerré los ojos
-Ya me voy –había amanecido, y la luz del sol me había despertado.
Baje por la escalera, y camine las pocas cuadras que separaban el hostal con mi casa, cuando llegue Sofía estaba en la puerta esperándome quizá.
-¿Donde estuviste?
-No te parece mejor que entremos. Ahí conversamos.
Entramos a mi casa, y mi madre estaba limpiando la sala, algo avergonzada alzo la cabeza y nos dijo:
-Ay! Disculpen, Aldo porque no la llevas a tu cuarto, es que estoy limpiando.
Subimos por la escalera de madera, que hacia unos chillidos extraños al pisar cada escalón, y entramos a mi cuarto. A pesar de que la cama estaba tendida, los libros ordenados, y la ropa en su lugar, no había un ambiente limpio y ordenado. Sofía ya había entrado antes a mi cuarto, cuando nos acostamos por primera vez, y fue maravilloso, desde ese momento Sofía había entrado miles de veces, esta vez entraba para poder arreglar las cosas. No para estudiar, ni dormir juntos sin hacer nada –que era lo que mas excitaba, dormir junto a ella sin hace nada , solo dormir, despertarnos y ver nuestros rostros cerca, como si estuviéramos casados.
Sofía se sentó, en mi cama
-No puede ser que pases más tiempo con el que conmigo.
Cuando me dijo eso se me vino a la cabeza el beso que me dio Gabriel.
-Perdona, es que… -No sabia que decirle, no tenia excusa, que podía decirle una mentira. Decirle que mientras ella pensaba en mi yo me iba a fiestas con el, y que hasta me había besado.
-Que cosa -increpo ella.
-Mira tu sabes que eres la única persona que he amado, disculpa si alguna vez hice mal contigo, solo quiero que me perdones.
-No es tan fácil como eso. Aldo, quiero que dejes a Gabriel.
-Es mi amigo, no puedo.
-Entonces esto va mal. Sanes, ese tipo no me cae.
Un extraño silencio se apodero del cuarto. Afuera escucha el ruido de los carros. Alguien rompió el silencio y no fuimos necesariamente los dos.
-Aldo voy a salir, regreso en una hora –dijo mi madre.
-Me tengo que ir, mas tarde vengo –me dijo ella
-No. Sofía, quiero que me perdones.
-Sabes Aldo, luego hablamos
La agarre por la cintura y la tire hacia mi cama, me puse sobre ella y le dije al oído.
-Si no me perdonas, te dejare por Gabriel, y me vuelvo gay
Ella se rio y me dijo que estaba loco, me beso. La desnude suavemente como yo sabía hacerlo, e hicimos el amor. Al terminar nos miramos a los ojos, la bese por ultima vez, y le dije que ella la única mujer que amaba y que no la dejaría ni por una mujer y menos por un hombre. ¿Había delatado a Gabriel?

jueves, 12 de febrero de 2009

"El dia que te fuiste..." (PARTE 2 DE 4)


Cuando llegue a mi casa mi madre estaba furiosa, me grito, y cosas más. No hice caso a sus vociferaciones, tome mi desayuno, y sin haber dormido me fui al colegio.
Durante ese tiempo mantenía una relación con Sofía, ella era una chica de mi salón, y con ella llevaba una relación de pocos meses, me gustaba su carácter y su forma desinhibida de ver la vida, tenia una sencillez única, su carácter me fascinaba, era mujer perfecta.
Ese día en el colegio fue normal: clases-recreo-clases. Me gustaba ir al colegio solo por Sofía, solo por ella y nadie más. Al llegar la salida vi a Gabriel en la puerta del colegio, estaba con un blue jean, un polo negro, unas zapatillas de tela, y unos anteojos que no le había visto en la noche. Saludo a Sofía y a mi
-Porque te fuiste sin despedirte?
-Nada, tenia que irme. Estoy con una resaca maldita.
.-Disculpen, ¿De que hablan? –intervino Sofía
-El es Gabriel un amigo que conocí en la fiesta de Diego ¿Te acuerdas de Diego, no?
-Si, si. Entonces los dejo. Bye Aldo, mañana nos vemos
Sofía me beso, y se fue. Camine con Gabriel varias cuadras, y nos metimos a un pequeño restaurante. El no cocinaba, le gustaba comer en la calle.
-¿Qué quieres?
-Nada, en mi casa como.
-Come huevon, yo te invito.
Comimos algo y tomamos una gaseosa, al terminar lo acompañe al hostal donde vivía. Deje mis cosas en su cama y puso algo de música. Había pasado una hora conversando con Gabriel, era un tipo súper-buena-onda. Tenía en su maleta, que a decir verdad estaba algo vieja, unos libros, de varios autores y temas, algunas novelas, otras de humanidades. Tenía un excelente gusto musical. Yo lo veía como fumaba hierba, me ofreció pero esta vez no accedí, el siempre me supo comprender, y nunca me obligo a nada, por eso cuando le dije que tenia que irme me dejo ir, no sin antes decirme:
-Ohe, vamos a un tono el sábado. No te preocupes, no será como la estupidez de Diego
-No se.
-Ohe mira, no va a ser como la huevada que hizo Diego
-Bueno, esta bien me convenciste
Me fui y ese mismo día Gabriel paso por mi casa en la noche, era sorprendente como había averiguado donde vivía y donde estudiaba, para el poco tiempo que me conocía. Salí y vi sin sus anteojos, vestía la misma ropa, pero con la diferencia que estaba algo arrugada. Talvez había dormido toda la tarde y recién se había levantado, también tenia los ojos chinos, quizás sea por la marihuana, o porque recién se había levantado, paso en mi casa por lo menos 1 hora, luego se fue, se notaba que habíamos cosechado un amistad muy fuerte.
El en colegio, Sofía me exigía que dejara de ver a Gabriel, le parecía un chico raro, extraño.
-Claro que es extraño, no vive por acá, nunca vivió por acá -le dije
Sofía interpreto eso como un desafío a su voluntad. Oficialmente habíamos peleado.
-No la busques huevon, ya veras que solita regresa, además ella no es para ti –decía Gabriel al contarle mi problema, luego fumamos unos tronchos, ya estando eston me metí en su baño, y vi mis ojos chinos y rojos, estaba despeinado y sudoroso. Cuando salí, Gabriel aspiraba un polvo blanco por su nariz. Era coca, me la ofreció, pero no accedí. Había visto muchas personas que vivían adictos a eso, y no quería ser otro. L o que mas me gustaba de Gabriel era su respeto hacia mi. Nunca me obligaba a consumir algo que yo no quisiera, pues lo que sobraba en su cuarto era coca y marihuana.
-Ohe, causa tú me has caído súper bien -me dijo.
- Tu también.
-¿Sabes porque me fugue de mi casa?
-Claro, peleaste con tus padres.
- Si pero el motivo no lo sabes
-No.
En el cuarto se tejía un aura tensa, poco acogedora.
-Mira, te digo esto porque eres mi amigo, y porque te tengo confianza. Soy gay…
Su confesión me cayo como balde de agua fría, Talvez en algo Sofía tenia razón. Había algo en Gabriel, que me hacia parte de él, Saber lo que realmente sufría, y Gabriel realmente era un amigo.
-…Tu no sabes lo que es cargar esta mierda encima –me lo decía casi llorando-. Que la gente te discrimine y te mire feo, que tus padres te odien y hablen pestes sobre ti Tú no lo sabes. Él comenzó a llorar, lo pegue hacia mi como un hermano, y durmió en mi regazo.

(CONTINUARA)

viernes, 6 de febrero de 2009

"El dia que te fuiste.." (PARTE 1 DE 4)


A Gabriel lo conocí el día de la fiesta de Diego. Diego era un amigo mio de la infancia, y yo ahora con 18 años encima había dejado de hablarle hace mucho tiempo, pero me había invitado.
Gabriel era un tipo alto, de ojos verdes y cabello claro, tez clara, y guapo al ojo femenino, tenia 20 años, y a decir verdad nunca lo había visto por aquí, parecía buena gente, pues hablaba con todos con una elocuencia, única, prácticamente era el centro atención.
La fiesta a decir verdades era un fiasco para mi, todos bailaban el frenético reggaeton. Yo estaba en un rincón con una jarra de cuba libre en la mano un vaso en la otra. No gustaba de la cerveza, la odiaba, y hastiado ya del ruido decidí irme. Caminaba entre la gente, mientras ellos se rozaban, al salir encontré a Diego y Gabriel conversando en la puerta
- ¿Que paso Aldo?
- Ya me voy, tengo que estudiar mañana
-Pero… no te vallas, ni siquiera te he presentado a Gabriel, un amigo de La Molina
-Hola Gabriel, mucho gusto, Aldo
-Hola, Aldo,
Gabriel me pareció a primera vista un chico muy simpático, algo risueño. Me retire, y deje que el viento me llevara, caminaba lentamente por las sombras, como queriendo esconderme de lo que realmente soy, Quero solo ir a mi casa y dormir
-¡Aldo!- grito alguien a lo lejos. Era Gabriel, corría hacia mi, como si algo hubiera pasado.
-Que, tan rápido avanzas?
-Si, tengo que estudia mañana.
-Ohe acompáñame a pasar el tiempo por ahí. Me has caído bien y me gustaría conocerte
Caminamos largo rato por las calle de mi barrio, estaba desolado, y los perros ladraba cuando pasábamos, a veces los espantábamos fingiendo coger una piedra, pero cuando se ponían mas atrevidos les tirábamos una patada, caminamos hasta pasar por un hostal, se paro en la puerta y me dijo:
-Acá vivo.
-En un hostal?
-Es que discutí con mis padres, y me fugue.
Me invito a pasar a su habitación, era sencilla pero tenía lo necesario, una cama, un mueble, un armario, una silla, un televisor, un equipo de sonido, y un balcón con vista ala calle. El hostal quedaba a 2 cuadras de mi casa, me sorprendía que no viviera con sus padres. Se acerco al equipo, y puso un disco de Jazz –de ahí mi fanatismo al Jazz- y saco un cigarro de aspecto extraño.
-Le entras?- me pregunto.
-¿Qué es eso?
-Marihuana.
Nunca en mi vida había probado marihuana, pero francamente tenia mucha curiosidad, y atracción hacia ella, aun sin conocerla. Cogi el cigarro y aspire lentamente el humo, y sentí como me raspaba la garganta, y se perdía dificultosamente en mis pulmones. Esa fue la primera vez que probé marihuana.
-¿Que pasa?- dijo al emitir una risa.
-Nada, si no que es la primera vez que fumo esto.
Había tosido. Seguimos fumando, y la música seguía sonando, al parecer me había enamorado del Jazz, de la trompeta de Sachtmo, y de esos ritmos bohemios. Estuve en un estado en lo que el llamaba estar “eston”, eso estaba, estaba eston. Cuando reaccione eran las 3 de la mañana, Gabriel seguía eston, durante todo ese tiempo me había contado que se había fugado de su casa porque tenia problemas con sus padres, vivía en La Molina, y eso era símbolo de tener dinero, talvez por eso Diego se hizo su amigo, cuando no tu Diego tan interesado. También me había contado que había venido a vivir por aquí porque no quería que su padre lo encontrase. Conversamos como 1 hora en la cual el se quedo dormido, así que decidí irme sin despedirme.
Continuara...

lunes, 2 de febrero de 2009

"Tiempos de cambio... ya tienes 20 años"

A cocachos aprendí
Mi labor de colegial
En el Colegio Fiscal
Del barrio donde nací...

Hace ya casi un mes estoy en una academia, que me formara -no se si correcta o incorrectamente- para poder ingresar a la universidad, para ser mas exactos a la Universidad Mayor De San Marcos, un logro muy grande en mi vida, si lo llego a alcanzar. La academia es acogedora y tiene muy buena infraestructura, de eso por lo menos no me puedo quejar.
Ahí ya llevo casi un mes y estudio en las tardes, de 3 a 8 para ser mas exactos, Y aunque la vida es dura –tampoco esperaba que fuera fácil-, no sufro solo. Durante ese tiempo he logrado hacer algunas amistades, entre chicos y chicas, de metas distintas, pero un solo objetivo: Lograr ser un universitario, y la gente te felicite y te mire con respeto al pasar. Yo no espero nada de eso, espero estudiar algo que me guste me apasione- - Algo muy difícil tras las ultimas negociaciones bilaterales con mi madre-. La literatura es una de esas pasiones. Uno no estudia para ser escritor leí por ahí, pero yo no quiero estudia para ser escritor, yo quiero estudiare lado intelectual de mi pasión, esa pasión que talvez me impulsa a escribir aquí. Se que soy un idiota que juega ser escritor, que hay miles mejores que yo, cientos, pero tratare de ser mejor. Gracias a los cometarios anteriores y aquellas personas que en cierto modo me siguen (Neo, Tammy, David Ricardo, Ninfa, Renzo…etc… si es que los hay). Bueno sin salir del tema.
Al llegar, veo en los pasadizos gigantografias de alumnos que lograron los que los que estudian acá aun lo logran, posan como héroes de el estudio, como si al haber ingresado hubiera terminado todo, quizá ahora están sufriendo en sus claustro, condenados a ese régimen esclavista llamado universidad. Sus sonrisas me parecen patéticas –y no es envidia-, trato de dejarlos atrás. Antes de dejarlos atrás lo miro por última vez con la esperanza de algún día ser universitarios como ellos.
Es verano y hace un calor de mierda. No aguanto el maldito calor, antes de entrar a mi aula numero 702, me mojo el cabello –que no me lo corto desde octubre-, y paso mi carné por una lectora láser para marcar mi asistencia. Lectora que a decir verdad no funciona, ya que un día falte por ir a ensayar con la banda, y al ver mi asistencia vía Internet me di con la sorpresa de que había asistido.
Entro al salón y saludo a las pocas personas que conozco que no pasan de 10 (Robert, “China”, Esther, Yosi, Yosi2, Kathia, y algunas persona de los cuales sus nombres no me vienen a la cabeza ahora). Dejo mi maletín, en la carpeta, donde nos sentamos de a 3 -y si alcanzan, de 5, claro todos sancochándonos, apunto de ebullición gracias al sol-. Mi sitio es variado, a veces al ultimo, a veces en el medio, nunca adelante. Como ya nombre llevo una cantidad inagotable de números, entre Física, y Trigonometría, Nunca fui un alumno aplicado en números, a decir verdad soy tremendo asno en números, no se ni siquiera como termine.
La poca gente que hay acá se muere de calor, el calor es insoportable a pesar de los 5 ventiladores que nos rodea, y eso ayuda que las clases sean más aburridas, pero a mí eso no me intimida, tengo una meta y las voy a cumplir.
Esto no es el colegio, desde el primer día de clases. No habrá acá papeles botados por todos lados como en el mío, Nadie se besara en planas clase, ni se tocaran, ni habrán escenas de homosexualidad –cosa que a decir verdad era lo que mas abundaba-
Veo al profesor entrar, y eso es presagio de que la tarde será larga… Muy larga.
En el aula hay no más de 60 alumnos, entre los que se encuentran los nerds, los habladores, y yo. Yo soy el típico chico que se cree escritor, estudioso y algo gay, solo algo. La gente a veces malinterpreta cuando te gusta la literatura gay, y quizá hasta te discrimina, pero eso… “A quien le importa lo que yo haga...”
La academia ha repercutido en el blog, eso a hecho que deje de publicar algunos post, y que no pueda visitar blog´s amigos. Así amigos bloggers, disculpen por la falta de visitas y comentarios.
La salida ha llegado, camino solo por un camino lleno de tierra, eso me hace recordar que vivo en Villa el Salvador, y que mi destino tiene que mejorar.
PDT. La foto del ventilador fue tomada por mi un dia en que llegue temprano
 

"Amor de medio tiempo" Copyright © 2010 | Designed by: Compartidisimo