domingo, 31 de mayo de 2009

"Collage"


Gripe porcina, Vargas Llosa hasta en la sopa, padre Alberto, Jaime Bayly enfermo, Apristas, estudios, seminarios, Británico, Starcraft. Eso fue mi vida durante este mes que estuve escribiendo esa pequeña historia. No es fácil estudiar de lunes a sábado, y trabajar los domingos en in Internet, el cual es el único lugar donde puedo escribir.
Si quisiera hablar de todos estos temas no habría cuando termine. Se que se ha notado mi ausencia, pero un vicio me estaba consumiendo: “Starcraft”.
En el Internet donde yo aun trabajo (Trabajar en un Internet es lo mejor que me pudo haber pasado, pues nunca sabia que había un lugar en el mundo en el cual te pagaran por esta en una cabina todo el día y decir “Amigo, aumentas” “Ya acabaste” “vas media”) la mayoría de clientes son niños. Niños que juegan Half life, Warcraft, Vice city, y entre ellos el Star craft. Nunca tome en cuenta aquel juego de soldaditos tanques, naves. Pero no es tan sencillo, y aprendí a jugar con aquellos niños que no pasan de los 15 años.
Así entre el Starcraft y el Microsoft Word, pasaron mis días de trabajo. La academia y el Británico fueron otros pequeños cambios en mi vida. Creo que no he llegado a escribir sobre la academia aun. Solo de mi ciclo de verano, pero debo admitir que el Centro de Lima (lugar donde queda la academia de la cual no diré el nombre aun) me a dado un buen tema para mi próximo cuento, pero eso me tomara un poco de tiempo, pues este me tomara tiempo.
Mi academia es muy curiosa, es una academia donde los profesores son demasiado izquierdistas. Te inculcan su doctrina política con las clases sobre Dostoievski. Ahí aprendí sobre política, sobre las injusticias que pasan en este país, pero no soy “rojo” o un “rabanito” como llamaban antes a aquellos jóvenes ansioso de cambiar el Perú con una revolución. Esos tiempo ya pasaron. Debo reconocer que ahí te juzgan según tu ideología política, y aunque yo les sigo la corriente. No creo que pueda ocultar durante mucho tiempo mi neoliberalismo. Y aunque estudia en esa academia me a causado muchas malas interpretaciones, como por ejemplo: “Verdad que los que estudian ahí son terrucos” o un comentario similar sobres los literatos “Verdad que todos los escritores son terrucos” Eso me lo dijo una amiga del Británico, mientras ocurrían los incidentes en San Marcos.
Se quiere realmente llegar a aquella época en que las universidades y las academias adoctrinaban a jóvenes para iniciarlos en el Marxismo o el Maoísmo. En que los estudiantes tomabas universidades o se enfrentaban a policías. Yo siempre he pensado que el Perú esta jodido por gente como la que bota la basura en plena calle, por gente que roba, y que toma carreteras, pues aunque recién me este iniciando en la política se lo que es bueno y lo que es malo, y no es bueno lavarle el cerebro a algunos jóvenes confundidos y enseñarles que el cambio esta en una revolución.
Mi bloque (en la academia te preparan según bloques: Humanidades, Ingenierías, Salud, etc.) es el mas temido, pues tienen la mala fama de ser violeto por excelencia, quizá por que en tiempos violentos ellos era los que tomaban la iniciativa como la toman ahora en San Marcos.
Durante este tiempo también conocí mucha gente. Como la gente del Británico, aquella gente de la cual solo puedo describirla con una palabra: frivolidad. Quizá me equivoque, quizá no tenga razón, quizá solo este alucinando, alucinando que me dijeron terruco por querer ser literato.
Trate de aprovechar mi tiempo leyendo en el carro camino a la academia (1 hora), y me leí casi la colección completa de Vargas Llosa que salio en El Comercio, bueno es un gran merito para mi, y de los 13 libros que voy recomiendo “La fiesta del Chivo”, para mi un buen libro, hasta ahora me sorprende como Vargas Llosa (a quien sigo odiando, pero debo reconocer que es un excelente escritor) pudo relata en un día –que es el tiempo cronológico en el libro- la dictadura de Trujillo, las torturas, los abusos, y esa mujer sufrida: Urania.
También vi la situacion por la cual paso el padre Alberto. Caray hombre como saliste ganado con esa mujer. Solo debo decir sobre este tema que nadie tiene el derecho de juzgar a un hombre enamorado. Si son tan cristianos como dicen algunos, pues deben creer que dios puso a esa mujer en su camino y que nadie solo Él puede juzgarlos
Bueno así quiero terminar este collage de mi vida que a pocos les importa que a pocos les interesa, pero al final logre mi objetivo desahogarme.

martes, 26 de mayo de 2009

Epílogo "De regreso"

Tres días después que llegaste a Lima prometiste en el Messenger a Amapola no volver a buscar a Rebeca. No la has cumplido. Ahora estas parado frente a su casa, y es que ella te hace falta. Aunque no te ame y este con muchos hombres menos contigo, porque ella no te ama ni lo hará nuca. Ahora tocas la puerta y ella sale.
-¿Aldo?
-Claro soy yo, o esperabas a alguien.
Sabias que el brazo intenso que ella te daba era mentira, sabias que sus besos eran mentira, pero que podías hacer si a esa mujer ingrata aun la seguías amando ¿Un año no? Si, un año. Un año que seguía arrastrado por es mujer ¿Es que acaso no habías conocido a nadie durante ese tiempo que te hiciera olvidarla. No. Siempre vivías mirando mujeres que nuca tendrás, pero Rebeca era la única mujer con la que realmente tenias oportunidad
-Que fue de tu vida. Tu madre me contó que te fuiste de viaje a Argentina, a visitar a una amiga ¿No me estarás siendo infiel no?
-No, para nada. Y tu vida, que fue de tu vida
-Bueno terminé con Daniel.
Aldo eso es excelente, termino con Daniel y eso en realidad te deja el camino libre, ahora es tu tiempo Daniel esta fuera del camino, solo te queda decirle por enésima vez que estas enamorado de ella, nada mas. Amapola te odiara por estar con una chica así. Pero Amapola esta lejos y no tiene por que enterarse, solo mantén oculto ese romance. Has extrañado mucho a Amapola luego del viaje que te trajo a esta cuidad de mierda, de canillitas, de prostitutas, de pandilleros, de escoria humana, pues Lima es así, y por mas que quieras no va a cambiar. Puedes elegir entre vivir en Buenos Aires y ser un escritor de verdad, o quedarte en Lima y vivir del periódico o como abogado mequetrefe, esta en ti.
-Pero –continuo ella- estoy con un chico amigo de mi hermano, si quieres te lo presento.
-Que, esta acá?
-Si.
-Gabriel?
Un tipo algo nervioso salio de una habitación de la cual luego me enteraría que era el cuarto de Rebeca, era un tipo que con el pretexto de enseñarle Matemáticas a Rebeca la estaba seduciendo. En ese momento me di cuenta que Rebeca tenia muy malos gustos, pues para comprobarle tenia que mirarme al espejo ella me beso muchas veces y jugo conmigo durante el colegio, pero ahora que solo la veo una vez al mes todo a cambiado ahora solo debería resignarme a creer que Rebeca es solo un recuerdo y un mal rato en mi vida.


Para Tammy, quien me enseño que la distancia no existe

martes, 19 de mayo de 2009

"De cuando Aldo visitó a Amapola" (FINAL)


Mañana regresas a Lima y en esta semana has visitado Ezeiza y el Centro de Buenos Aires, el Obelisco, te impresionaste de la cantidad de cafés que hay allá. Durante este tiempo por más que has querido no has podido dormir, la sola presencia de esa mujer a tu lado te a excitado, ha hecho que te masturbes durante su ausencia pensando en ella, pero no se lo decías, esperabas que ella tomara la iniciativa, si es que la toma, talvez quedes así de por vida, talvez regreses a Lima a seguir viviendo por Rebeca, quien por cierto no te hace caso aun y a seguido con todos esos hombres mayores a tí que le prometen todo lo que tú no tienes, dinero y felicidad.
Son las 5 de la tarde, Amapola no esta ha ido a su oficina, y debe llegar dentro 2 horas. Piensas: “Ojala no venga ese idiota que me golpeo por que esta vez no habrá Amapola que me agarre ni que lo salve”. Vas a la nevera y sacas algo para comer, un yogurt y una manzana no estaría mal
-He estado una semana, viviendo con Amapola, gratis y no puedo creer que no le haya hecho nada. Aun tengo algo de dinero, y lo gastare solo en ella, y ya se lo que haré.
¿Qué planeas Aldo? Tu mente es tan retorcida que podría esperar cualquier cosa de ti. Se abre la puerta.
-Hola, que tal el día?
-Medio, Salí de compras y puse algo en la nevera. Te tengo una sorpresa. Adivina
-¿Una sorpresa?
-Si
-No se cual podría ser.
-Ponte tu mejor vestido que nos vamos a cenar por mi último día acá en Argentina.
-Aldo no debiste.
-No, si debí. Es mi último día acá y me gustaría que la pases como se debe.
Amapola corrió a su cuarto emocionada, pues Aldo le había dado el mejor regalo que había recibido, uno que ni Martín, aquel chico que golpeo a Aldo y con el cual aun seguía enojada. Abrió el closet y saco un vestido negro con escote en la espalda que llegaba hasta la cadera, se maquilló y peino sus cabellos rubios, para salir al encuentro de aquel hombre que ansiosamente lo esperaba en la sala de aquel departamento argentino a miles de kilómetros de Perú.
-Estoy lista.
Al verla Aldo se quedo boquiabierto, sin balbucear una sola apalabra, sin decir nada, sin poder siquiera moverse. Tenia una diosa delante suyo, a un a Afrodita, a una musa de cabellos rubios y cuerpo torneado. Ella era Amapola tan bella como seductora, tan bella que lo tenía ahora a Aldo a sus pies. El dichoso escote lo tenía embobado. Si Aldo quería darle una sorpresa a ella, al final ella se la dio a él.
-Iremos a un restaurante peruano, cenaremos e iremos a bailar. Mañana tengo que ir a Lima temprano, pues el lunes tengo clases en la universidad, así que hay que aprovechar la noche.
-Ok, esta noche me dejare llevar y seré solo tuya, pero eso si, quela idea de irte a Lima mañana no esté en tu cabeza. No pienses en que mañana iras a Lima volver a ver a Rebeca, porque sé que aun piensas en ella, y no me lo quieras negar. Porque cuando te encontraba en línea solo me hablabas de ella.
-Ok, hoy seré solo tuyo
-Así me gusta.
Y así te gustaba, te gustaba que te dominen, pues como ahora lo hace Amapola, en su tiempo lo hizo Rebeca, aquella mujer a quien sigues viendo y estúpidamente sigues enamorado de ella, la sigues, las esperas, como si algún día te llegara a hacer caso. Nuca cambiaras Aldo.
El restaurante era lujoso, el dueño era un famoso chef peruano, pidieron una causa de entrada y de plato de fondo y un palto del cual aun te acuerdas el nombre: “Pez Diablo de Peñas Cercanas”, disfrutaron la cena y el vino, pero faltaba algo: El baile. Y para eso la mejor discoteca de Buenos Aires. Y aunque tú no sabias bailar, quería hacerla feliz y no regalarle la mejor noche, no solo regalarse a ustedes la mejor noche, vivirla como si fuera el ultimo día de sus vidas.
-Te adoro, me has hecho pasar el mejor día de mi vida –le dijo ella al llegar al departamento.
-Bueno, es lo mínimo que puedo hacer por ti ya que has soportado toda una semana, en la cual hasta he sido golpeado. Pero sabes, eso ya no importa, lo único que me importa es que la pase muy bien contigo, que me hiciste muy feliz, y que jamás te olvidare. Te lo juro, así me golpee la cabeza y pierda la memoria.
-Yo tampoco te olvidare. Pero no seamos fatalistas, nos seguiremos encontrando en el Messenger, y seguiremos chateando como antes. Este encuentro solo a servido para poder hacer eso que no hizo el Messenger, poder tocarnos –Amapola cogio a Aldo de la corbata y empezó a deshacer el nudo- y mirarnos sin que haya una webcam de pormedio.
Al terminar estas palabras Amapola terminó de deshacer el nudo de la corbata, y empezó desvestir a Aldo, quien sorprendido miraba como a hora Amapola empezaba a desabotonar su camisa. Pero Al eso era lo que realmente lo que querías, que ella tomara la iniciativa para poder empezar tú, pues era tan torpe que la única mujer con quien tomas la iniciativa es con Rebeca, aquella a quien le juras amor eterno mientras ella se besa con otro tipo descaradamente. Así era Amapola y no te sorprendas, pues acuérdate que ella hizo algo similar cuando te mostró sus senos por la webcam, y empezaste a masturbarte.
Y mientras Aldo callado esperaba que ella terminara de desvestirlo él la empezaba a tocar, a acariciar sus dorados cabellos, y mirar fijamente sus ojos verdes que lo hipnotizaban, que lo sometían a la voluntad de ella sin que él nada pudiera hacer, sin que él pudiera defenderse. Aldo estas perdiendo el control, pues ahora la estas besando. Besas sus delgados labios, besas sus senos duros y de pezones claros, besas su sexo. Pero es pasión, o amor, pues tu supuestamente tu estas enamorado de Rebeca aunque ella no de ti. Ya se que eso ahora no te importa, pero se conciente que no puedes mantener una relación con alguien que vive a miles de kilómetros de Lima, en una cuidad en la cual tu siempre quisiste vivir, pero no tenias los fondos suficientes, y tampoco los tendrás, pues lo que te pagan en el periódico es una miseria.
Te cuesta entrar en ella, pero finalmente te mueves, miras su cara de placer, su vientre plano, sus labios buscando alocadamente los tuyos, y aunque estas con los ojos cerrados sientes que puedes ver su cuerpo que tanto soñaste. La sientes estremecer, y a los pocos minutos te vienes. Te echas en la cama junto a ella, y cierras los ojos, pues mañana la dejaras, y te sentirás un idiota por dejas a tan bella sirena en esta cuidad de tiburones.
-Carajo ya es tarde mira la hora que es – dijo Aldo al ver su reloj- El vuelo sale a las10 de la mañana, ya son las 8. Ayudame a alistarme.
Te quedan pocas horas en Argentina así que ahora regresaras a tu mísera vida, de la cual nunca debiste salir.
El aeropuerto está igual que cuando llegaste, mojado por la lluvia matutina de un invierno bonaerense, lleno de gente con maletas. Por dentro la gente camina sin mirar a nadie, y tú, con Amapola al lado, ella inquietada esperando que tomes la decisión a última hora de no irte
-Creo que ya es la despedida.
-Bueno, te voy a extrañar
Aldo se despide de ella con un beso en la mejilla, pero ella voltea sui rostro, y lo besa en los labios. Esa es realmente una despida Aldo. Al abordar miras el aeropuerto por fuera. Es más bello con la lluvia, piensas. “Señores pasajeros Lan Perú les da la bienvenida y le anuncia que el vuelo Buenos Aires-Lima va a despegar. Buen viaje”
Aunque haya terminado la hisria aun queda un epílogo

lunes, 11 de mayo de 2009

"De cuando Aldo visitó a Amapola (Penúltima parte)

En estos dias no he podido escribir ya que la academia me tiene idiota, desde ahora solo publicaré los domingos, que son los dias que trabajo en un internet. Eso sdi las espera si valdrá la pena


Y así fue. Aldo no pegó el ojo en toda la noche, solo veía el pecho de Amapola subir y bajar con el ritmo de su respiración, como si dos montañas cobraran vida, aquellos senos claros.
Tras desvelar durante muchas horas, al despertar Aldo encontró un mensaje en la mesa de noche:
“Coje lo que quieras del refrigerador. Me fui a la oficina, llego en la tarde”
Algo somnoliento, con la bocas pastosa, y con ganas de ver la cuida de día se levanto Aldo, dispuesto a salir y visitar la cuidad de Amapola, pero en ese instaste sonó la puerta
-¿Quién será?
Al abrir la puerta un hombre alto de cabellos rubios y cara angular se le apareció
-Disculpe, pero Amapola no…
Pam! Mierda ¿Qué había pasado? Aldo ya estaba en el suelo tirado, con un ojo morado y el labio partido ¿Por qué lo había golpeado ese hombre de buenas a primeras? Solo Amapola lo sabía
-Como se te ocurre golpearlo. Eres un idiota, lárgate no te quiero ver-escuchaba Aldo en su mente- Mira como le haz dejado la cara.
-Mi mor disculpa, no fue mi intención. Yo como iba a saber que él era tu amigo
-Sabes, vete de mi departamento
El hombre se fue, pero Aldo aun estaba tirado en el suelo
-¿Estas bien Aldo?- pregunto Amapola
-Bueno, mejor no podría estar ya que estoy a tu lado, además ya se me hacia raro que el viaje me haya salido tan fácil.
-Bueno, muy bonito too eso, pero ahora hay que curarte las heridas, no puedes estar así.
-Ok.
Amapola fue al baño y saco algodón y alcohol, y empezó a curar las heridas de Aldo.

-Au! Mierda duele.
-No seas cobarde y déjate curar.
Al parecer Aldo empezaba a sentir algo por ella, aquella mujer que empezaba a curar sus heridas, que aunque le hacía sufrir, sentía que ese dolor era bueno, era reconfortante, era un dolor que era capaz de hacerle llegar al orgasmo ¿Para que viniste hasta Argentina? ¿Solo por ella, o quieres algo más?
La noche había llegado nuevamente, Aldo en el sillón viendo un programa, del cual ignoraba su contenido, solo miraba impávido mientras Amapola se duchaba.
-Aldo, estas ahí?
-Sí, que deseas.
-Entra a mi cuarto, busca mi toalla y pásamela.
Tu? Aldo entrar al cuarto, y sacar la toalla para luego pasársela a la ducha ¿Está jugando contigo quizá? Y aunque tu creas eso, no se te cumplirá nada, eres un bobo que solo quiere ser escritor, pero por mama estudia abogacía, en cambio ella trabaja en una oficina y tiene el suficiente dinero para mantener un departamento en Bueno Aires, tu ni como abogado ni como escritor.
-Esta bien iré por ella.
-Apúrate que me muero de frio.
-Ok
Aldo sabia que en tres días volvería a Lima, a San Marcos, a la facultad de Derecho, y que tenía que aprovechar ese tiempo con ella, la pregunta ahora es ¿De qué modo lo aprovecharías?
 

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