algun parecido con un articulo anterior no es pura coincidencia
Lima, aquella cuidad que nos hace suspiar, que nos hace soñar, y tambien que nos hace llorar, pero no de alegria si no de amargura. Aquellos baches que nos hacen saltar, o aquellos monticulos de basura que nos hacen vomitar
Talvez la cuidad, no es asi por que la quiera, si no porque gente como nosotros, ensuciamos aquella cuidad que nos vio nacer, y que sin recibir nada nos da tanta alegria
Una de las cosas que mas me llama la atencion de esta, mi cuidad, es la combi. Aquel medio de trasporte comunitario que todos conocemos, que nos hace saltar (por los baches), que nos hace vibrar (por el motor malogrado), y que nos hace suspirar (por el calor sofocante que hay dentro). Desgraciadamente mi medio transporte con el cual llego a mi colegio(que detesto tanto) todas las mañanas
Para llegar “temprano” a mi colegio fiscal debo tomar todos los dias laborables uno de estos singulares carros, no es facil viajar ahí cuando tienes que cederle el asiento a algun abuelito de la 1990, o a alguna adolecente gestando, y aunque tal vez sea la peor de las humillaciones qyue te sientes al ultimo y venga una señora de peso y te ponga en tu cara lavada con neko su trasero sucio. La gente podra decir vente en un sencillo bus, y aunque talvez esta sea la mejor opcion, pero no no aguanto ver a los obreros somnolientos tratanto de meterle la mano a alguna enfermera despistada del Maria Auxiliadora, y tambien por que a cierta hora de la mañana los buses pasan repletos, y no le ceden el asiento a un alumno que lo unico que quiere hacer de camino a su colegio es, leer. Leer los libros de Jaime Bayly, o talvez los de Alfredo Bryce, pero no.
Lima, la cuidad que tanto amo no cambiara, no cambiara por que no puedo hacer nada, ni yo , ni tu infeliz peaton, que botas tu cajita de preservativos en la vereda, o tu emboltura del algun chocolate de marca conocida.
Ni la combi de nuestras penurias, ni las envolturas en la calle cambiaran mi cuidad, y aunque soy el unico tipo que ama su cuidad(aunque hay gente estupida que despues de leer esto dira: ”Que le pasa a este huevon”) se que hay mas gente que piensa como yo, y si no, ojala despues de esto reflexione
Amo la combi con sus gordas, con sus abuelitos, con sus embarazadas por que soy masoquista como la mayoria de limeños, que pasean por sus avenidas, porque tengo la ezperansa que esto cambira, que algun dia la combi no me axfisiara, o me sofocara, o me cederan el asiento cuando quiera leer mis libros, Se que cambiara.
Talvez la cuidad, no es asi por que la quiera, si no porque gente como nosotros, ensuciamos aquella cuidad que nos vio nacer, y que sin recibir nada nos da tanta alegria
Una de las cosas que mas me llama la atencion de esta, mi cuidad, es la combi. Aquel medio de trasporte comunitario que todos conocemos, que nos hace saltar (por los baches), que nos hace vibrar (por el motor malogrado), y que nos hace suspirar (por el calor sofocante que hay dentro). Desgraciadamente mi medio transporte con el cual llego a mi colegio(que detesto tanto) todas las mañanas
Para llegar “temprano” a mi colegio fiscal debo tomar todos los dias laborables uno de estos singulares carros, no es facil viajar ahí cuando tienes que cederle el asiento a algun abuelito de la 1990, o a alguna adolecente gestando, y aunque tal vez sea la peor de las humillaciones qyue te sientes al ultimo y venga una señora de peso y te ponga en tu cara lavada con neko su trasero sucio. La gente podra decir vente en un sencillo bus, y aunque talvez esta sea la mejor opcion, pero no no aguanto ver a los obreros somnolientos tratanto de meterle la mano a alguna enfermera despistada del Maria Auxiliadora, y tambien por que a cierta hora de la mañana los buses pasan repletos, y no le ceden el asiento a un alumno que lo unico que quiere hacer de camino a su colegio es, leer. Leer los libros de Jaime Bayly, o talvez los de Alfredo Bryce, pero no.
Lima, la cuidad que tanto amo no cambiara, no cambiara por que no puedo hacer nada, ni yo , ni tu infeliz peaton, que botas tu cajita de preservativos en la vereda, o tu emboltura del algun chocolate de marca conocida.
Ni la combi de nuestras penurias, ni las envolturas en la calle cambiaran mi cuidad, y aunque soy el unico tipo que ama su cuidad(aunque hay gente estupida que despues de leer esto dira: ”Que le pasa a este huevon”) se que hay mas gente que piensa como yo, y si no, ojala despues de esto reflexione
Amo la combi con sus gordas, con sus abuelitos, con sus embarazadas por que soy masoquista como la mayoria de limeños, que pasean por sus avenidas, porque tengo la ezperansa que esto cambira, que algun dia la combi no me axfisiara, o me sofocara, o me cederan el asiento cuando quiera leer mis libros, Se que cambiara.
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